Por el Embajador James Kariuki
Quiero subrayar la importancia fundamental de que la ayuda llegue de forma sostenible y eficaz a Siria. Las necesidades son mayores que nunca. Las organizaciones humanitarias deben poder prestar asistencia vital a través de los medios más eficientes y eficaces, de conformidad con los principios humanitarios.
En menos de 20 días expirará nuevamente la autorización actual de la ONU para utilizar el paso fronterizo de Bab Al Hawa.
La respuesta transfronteriza es un salvavidas para 4,2 millones de sirios en el noroeste de Siria que necesitan asistencia urgente. Hemos escuchado una y otra vez de los trabajadores humanitarios, incluso en este Consejo, que proporciona la ruta más eficiente, eficaz y previsible para llegar a las personas necesitadas. Pedimos que se permita el acceso durante el tiempo que sea necesario, sin plazos arbitrarios y sin condiciones, de conformidad con el derecho internacional humanitario.
En segundo lugar, el impacto del conflicto sirio se extiende más allá de sus fronteras. En vista del Día Mundial de los Refugiados, que se celebró la semana pasada, quiero reconocer la devastadora realidad de muchos sirios que actualmente no pueden regresar a sus hogares, así como la constante generosidad de los Gobiernos de Jordania, Líbano y Turquía al acoger a los refugiados sirios. La triste realidad es que los sirios siguen huyendo del país, ya sea debido a la violencia o a la desesperada situación humanitaria.
Nuestra esperanza es que algún día los refugiados sirios puedan regresar voluntariamente a sus hogares. Sin embargo, las acciones del régimen de Assad han impedido hasta ahora que puedan hacerlo. Un informe publicado la semana pasada destacó que más de 4.700 repatriados fueron detenidos por las fuerzas del régimen desde 2014. Si los refugiados que regresan no están seguros, otros no lo harán.
En tercer lugar, es esencial avanzar en el proceso político. La persistente crisis humanitaria y el continuo desplazamiento de los sirios sólo se resolverán mediante un acuerdo político general, de conformidad con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad.
Este mes, la oposición siria demostró su compromiso con la resolución 2254 durante su conferencia anual, y las organizaciones de la sociedad civil han seguido ofreciendo soluciones creativas para superar el impasse actual. Hacemos un llamamiento al régimen para que también participe de manera constructiva en el proceso político facilitado por las Naciones Unidas, que sigue siendo la única vía viable para lograr una paz duradera en Siria.