Los efectos de la droga pueden variar desde episodios intensos de euforia y alucinaciones hasta ansiedad severa, paranoia, pánico y, en algunos casos, psicosis.EXTERNA
Santo Domingo – Agencias de inteligencia y antidrogas de República Dominicana manejan información sobre una nueva droga sintética llamada “Tussi”, conocida como “cocaína rosa”.
Los informes indican que el potente y dañino alucinógeno se trafica en países de América Latina y el Caribe.
Fuentes de Listín Diario aseguran que las autoridades dominicanas, preocupadas por los efectos de esta potente droga, realizan profundas investigaciones para saber si la llamada “cocaína rosa” circula en el país entre consumidores y traficantes.
Según investigaciones a las que tuvo acceso este diario, la persona que consume Tussi está expuesta a múltiples riesgos, como sobredosis, intoxicaciones graves o reacciones adversas inesperadas.
Los efectos pueden variar “desde episodios intensos de euforia y alucinaciones hasta ansiedad severa, paranoia, pánico y, en algunos casos, psicosis”, dice el estudio.
Los especialistas a cargo de la investigación advierten que se ha demostrado que la “cocaína rosa” afecta tanto al sistema nervioso central como al cardiovascular”.
La droga también puede producir efectos a largo plazo, como daño cerebral y trastornos psiquiátricos.
La fuente, muy cercana a las investigaciones sobre la posible presencia de esta droga sintética en República Dominicana, aseguró que redes de narcotráfico que operan en Colombia, México y Venezuela son responsables de su producción y distribución en países de América Latina y el Caribe.
La preocupación de las autoridades va más allá de los efectos que la “cocaína rosa” puede tener en la salud pública, pues entienden que Tussi “se ha convertido en una herramienta de dinamización del mercado de drogas ilícitas” con el consiguiente aumento de la criminalidad, exacerbando la violencia.
Según informes obtenidos por Listín Diario, organismos de inteligencia y antidrogas del país mantienen estrecha vigilancia sobre discotecas y centros de diversión dado el severo riesgo que representa para los jóvenes el consumo de Tussi por su alto potencial de daños físicos, psicológicos, y daño adictivo.
El trabajo de inteligencia se realiza atendiendo a recomendaciones para la implementación de políticas de prevención y control para frenar el consumo y expansión de esta peligrosa droga.
La droga sintética Tussi también se conoce como cocaína 2C o rosa, aunque no contiene cocaína. El rosa se debe a que contiene un colorante alimentario de ese color.
Como los consumidores a menudo desconocen su contenido, puede provocar efectos psicoactivos impredecibles y peligrosos.
Otros efectos incluyen euforia, aumento de energía, inquietud, aumento del ritmo cardíaco, disminución del apetito, percepción distorsionada, dolor de cabeza, deshidratación, ansiedad, náuseas, vómitos y diarrea.
Aunque la cocaína tiene propiedades anestésicas y estimulantes, las propiedades del tussi son psicoactivas, afectando a la serotonina, un neurotransmisor relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo.
Según información publicada en diversos sitios web sobre la droga, su uso es altamente peligroso, ya que lleva a las personas a sentir que los efectos de la cocaína rosa pueden no ser los que esperan y continuar consumiéndola hasta encontrarla.
Pero también pueden volverse adictos a la sensación de riesgo que surge de lo que puede ser una versión química de la “ruleta rusa”.
Cuando alguien consume repetidamente cocaína rosa, como ocurre con cualquier sustancia adictiva, el cuerpo comienza a desarrollar tolerancia y necesita usar cada vez más para sentir los mismos efectos que las dosis iniciales.
Por ese motivo, puede resultar mortal para los usuarios.
Las personas atrapadas en la adicción requieren un tratamiento especializado y un proceso de desintoxicación en un centro que ofrece un programa adaptado a las necesidades de cada paciente, con el objetivo de revertir su dependencia física y psicológica.
La cocaína rosa”, originaria de Colombia, está causando preocupación entre los profesionales sanitarios por su uso cada vez más extendido y sus efectos nocivos.