Por el Director General Charles Chou
El Sin lugar a dudas, ha llegado el momento de que las Naciones Unidas (ONU) adopten medidas afirmativas para incluir a Taiwán en su sistema. Dado que Taiwán actúa como un actor responsable en las cadenas de suministro globales y contribuye a los objetivos de las Naciones Unidas, al tiempo que resiste las constantes agresiones de la República Popular China (RPC), instamos a las Naciones Unidas a que reconsideren sus argumentos infundados para excluir a Taiwán.
Taiwán está realizando esfuerzos notables junto con países con ideas afines para impulsar la economía global al ser el centro de producción de más del 90 por ciento de los semiconductores de alta gama a nivel mundial. También nos estamos convirtiendo en un actor clave en la fabricación de servidores de alto rendimiento que son cruciales para el establecimiento de centros de datos de IA, hasta el punto de que el director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, ha acuñado recientemente el término «T-AI-WAN» como una forma de enfatizar el papel que desempeñará Taiwán en la construcción de una infraestructura global de IA. Sin mencionar el grado en que el estrecho de Taiwán ve el paso del comercio marítimo, con más de la mitad del comercio mundial atravesando la vía fluvial internacional.
A pesar de todos estos esfuerzos de Taiwán, la ONU sigue sucumbiendo a la presión de la República Popular China para distorsionar la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU y aceptar falsamente el inventado “Principio de Una China” de Beijing. Al hacerlo, la ONU priva a Taiwán de su derecho a participar en la ONU y sus organismos relacionados (OMS, OACI, CPI, CMNUCC, etc.) mientras que, sin darse cuenta, ayuda a difundir la falsa noción de que Taiwán es parte de la República Popular China.
Sin embargo, si se examina más de cerca la Resolución 2758, se puede ver que no se menciona en absoluto a Taiwán ni a su estatus político. Además, no se establece en el derecho internacional que la República Popular de China tenga soberanía sobre Taiwán ni que se aplique el llamado “principio de una sola China”. Teniendo esto en cuenta, resulta claro que no existe ninguna ley escrita que impida a Taiwán participar en la ONU o en cualquier otra organización internacional.
Cabe señalar que estos puntos fueron respaldados en una resolución modelo aprobada en julio de este año por la Alianza Parlamentaria Internacional sobre China (IPAC), una organización internacional con representación de parlamentarios de 38 países y la UE. De manera similar, en agosto de este año, el Senado australiano aprobó una moción en la que denunciaba la tergiversación por parte de Beijing de la Resolución 2758 y su utilización como arma contra Taiwán.
Taiwán también ha recibido apoyo en este asunto de varios funcionarios estadounidenses, y los líderes mundiales han enfatizado la importancia de mantener la estabilidad en el Estrecho de Taiwán en varias ocasiones, incluidas las reuniones del G7, la UE, la OTAN y la ASEAN.
También sería un error creer que la expansión de China y su falacia del “principio de una sola China” sólo afectan a Taiwán. Un claro ejemplo reciente se puede encontrar en la continua expansión de las reivindicaciones territoriales y la influencia de la Guardia Costera china en el Mar de China Meridional mediante una táctica de zona gris que justifica su entrada en territorio marítimo conocido y en disputa. Mientras tanto, Taiwán ha demostrado continuamente ser un socio responsable y confiable, contribuyendo incluso a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU en los últimos tiempos.
La 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas #UNGA79 se celebrará en septiembre de este año y será una oportunidad para que las naciones aborden los desafíos de seguridad global, los enfoques del desarrollo sostenible y las ideas para fomentar una comunidad global más fuerte para las generaciones venideras.
Nuestra esperanza es que la ONU considere el valor que Taiwán puede aportar a estas conversaciones significativas, con su posición óptima para mantener la paz en el Estrecho de Taiwán y sus contribuciones al aumento de la prosperidad mundial.
Taiwán seguirá trabajando junto con los países socios para apoyar las cadenas de suministro globales con su sólida industria de semiconductores y su creciente presencia en la industria de la inteligencia artificial. Estamos decididos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para brindarle al mundo un futuro mejor, pero para ver verdaderos avances en materia de seguridad y progreso globales, necesitamos que el sistema de las Naciones Unidas incluya a Taiwán.